Soy consciente de que le caigo mal a ciertas personas, pero también estoy consciente de que no me im

Todo el mundo se siente un experto opinando sobre la vida de los demás como si su propia vida fuera un digno ejemplo de seguir, pero bien versa el dicho que ‘todos ven la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio ojo’. Bien, pues este dicho se aplica para muchos.

Pero nadie tiene ese derecho, o al menos yo no se los he dado. No pueden venir a hablarme de lo que podemos o no hacer, de lo que está mal o de lo bien que estaríamos si hiciéramos tal o cual cosa. Y no pueden hacerlo porque simple y sencillamente no han vivido todo lo que nosotros hemos tenido que pasar a lo largo de nuestra vida para estar aquí.

Solamente nosotros conocemos nuestros temores, las inseguridades, los momentos tristes,las peleas que han terminado en dulces reconciliaciones de las alegrías de todo aquello que nos motivó a seguir luchando por nuestros objetivos.Todos aquellos que juzgan sin saber no tienen idea de todas nuestras reacciones, de nuestras emociones tras un momento difícil, nuestra complicidad, la forma en cómo hemos aprendido a reconocernos y la capacidad de seguir adelante sonriendo a pesar de las batallas internas.

Ninguno ha vivido nuestra historia, por lo tanto no tienen derecho a juzgarnos.

Es un tesoro que sólo nos pertenece a nosotros.Por eso prefiero mantenerla así, sin dejar que nadie se meta, y defenderme si alguien lo intenta.

Podrán creer que nos conocen, que saben quiénes somos, que tienen el derecho de decir cosas simplemente por que nos identifican como una pareja, amigo o familia.Pero nadie, sólo nosotros, sabemos lo que hemos hecho para estar hoy hasta aquí, ahora y decir: Soy Feliz, me amo con mis defectos,virtudes y si quieres saber algo de mi, pregúntame a mi y no a los demás.

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